°°Su on the wall°°

D ejé mi taza y cuchillo amarillo atrás del sillón gris, me senté en él y cerré los ojos. Al abrirlos todo empezó. P rimero encontré unos cubiertos plateados, era un tenedorcito y, unos pasos más allá, en una esquina otro tenedor y una cuchara, estos eran grandes y de forma como circular…muy curiositos. E scuche los murmullos, había gente que se acercaba, dejé mis cubiertos en la esquina. Me acomodé en el sillón gris para ver mejor, pestañeé y de inmediato los vi entrando en el estudio, platicaban y esperaban a que fuera su turno, ¿turno para qué? No lo sé. V i que R llegó, de inmediato me levante pero fue cuando, en la otra habitación, llegaban un grupo de chicos que me buscaban (bueno, en realidad buscaban a cualquiera). A ntes de llegar a donde ellos estaban salté algunos montículos de tierra, basura, material aún no empaquetado, etc. Por cierto, R me seguía, de repente me abrazó y no me dejó salir para ver a los chicos que llegaban, de hecho ya me estaban esperando para que los lle...

H ubo alguien, muy especial para mi (aún lo es y lo seguirá siendo), que un día me dedicó un poema raro, triste, pero a la vez hermoso… parecía que el poema había sido escrito por mi para él. Helo aquí: " S i de cuatro hojas un trébol encuentras, la felicidad te dará; Pero a nadie digas Donde sus blancas flores brotan o cuantas hojas de su tallo penden. El trébol de cuatro hojas. Tan solo deseo darte la felicidad, sabiendo q ue nunca sere tuya para poder compartirla." [CLAMP] É l decía que lo nuestro sería eterno y le decía que yo no creía en la eternidad, y que necesitaba pruebas, él se enojaba cuando le decía eso pero lo que jamás captó en mis afirmaciones es que le estaba dejando abierto un resquicio de esperanza, o más bien yo buscaba y anhelaba con toda el alma que él fuera quien me desmintiera y me probara que de verdad existía un “Para Siempre”. P arecía que lo nuestro era inquebrantable. Sin saberlo, con este poema predijo nuestra historia con todo y final. Esa es l...